martes, 28 de diciembre de 2010

un useful

El cuerpo sabe entender
que esos hilos
no sirven
para sostener en  el cielo
 las cabezas agitadas por el grito de ameba

Entonces
deja que caiga
el párpado y la vigilia
sobre el calor inmenso de la pantalla
y se duerme preguntando
si mañana habrá olvidado
lo que era llorar

miércoles, 1 de diciembre de 2010

November rains

Noviembre duele
un pedacito de vidrio entre los dedos del pie
pincha
el aguijón de la memoria
el traqueteo de la rutina
final del embudo para todo lo que nos queda atorado
y todo se vuelve
incendio

un ave extinta
en su último grito
muda las pieles con elegancia
no la verás jamás indefensa
ni llorando cuando
no sabe cómo pararse ante la vida

es que tu tiempo pasó
debajo del tren
con las horas pegadas al calor de los cuerpos
un cansancio enorme y pesado como un nido

Noviembre duele
el recuerdo y la memoria
duele
quema un poquito la dermis que acabo de dejar en el baño
secándose hasta desaparecer
perdiéndose por la rejillas

Por fin hoy,
por fin hoy,
se termina noviembre

domingo, 31 de octubre de 2010

In the name of

Y una mañana,
quise cambiar el mundo,
trastabillé
y me rompí el labio

la sangre brotaba como un hilo de araña
de esos que caen sobre la ropa tendida en verano

me sostuve en la esquina
bajo un árbol pálido
me conmovieron
sus palabras
rumeantes y sentidas,
habitante de la historia
y seguí

olvidé tras una sirena azul
lo que me había detenido
quemé las últimas llantas de mi exilio
y me lancé
a llorar a mis muertos
porque cuando camino
lo hago en su nombre
y vuelven a la vida
porque cuando camino
hago que el mundo sea distinto


domingo, 3 de octubre de 2010

turista

se parte fácilmente hacia ningún lugar
cuando se levanta
erguida y cubierta por el tiempo del oro
una mañana blanca
 con las mochilas llenas de turistas

no siempre llegamos
ni vemos el lugar del mapa indicado

se des-pliega
(como el límite del pilcomayo sobre el chaco boreal
como la lengua en plena frontera con el oceáno antártico)

mestizos siempre
híbridos
vestidos de mujer
y con llagas en las manos

qué pequeño parece ese discurso
ante el silencio del ojo

jueves, 30 de septiembre de 2010

disa ier

Estoy contando una historia o estoy gastando el tiempo
ese
que debería invertir en otras cosas
Los platos siguen sin lavarse, sabés,
la vainilla se  seca
en la mano del heladero
(Guante de látex, casaca verde agua)
Creo que toqué el botón errado otra vez.
La frutilla a la reina
Se pasea entre el living
y la cama que cubre las pelusas perdidas de mi ombligo
Deseo,
antes que nada en lo que pueda detenerme a desear,
deseo
El estado puro de tu ocio.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Medio saldo

tu ejército bucólico
de cositas que no se dicen
tu piedrita oceánica
tu silencio de lata

yo sé cómo tremular diferente
una manzana
no alcanza

hay una fuerza tirando de este cuerpo hacia adelante
la inercia del cráneo
la bola de letras atoradas en la nuca
las alas de mosca

pagamos tan caro la costumbre del peso en la sábana
pagamos tan caro

domingo, 19 de septiembre de 2010

Inconsciente que corta dos veces, corta mejor

El otro día, editaba.
no soy muy buena en eso, sabés.
me cuesta. cortar. corregir. dejar ser. suprimir.

seleccioné
corté
pero en lugar de pegar
volví a cortar
y lo que quería decir primero
desapareció
no había nada que pegar
un agujero
pura ausencia

jamás pude recuperarlo
recuerdo palabra por palabra qué te había escrito
pero me sería imposible
volver a escribirlo.
ya lo sabías igual
ya te lo había dicho
o no.
era un lindo poema, de todas maneras



hay cosas que deben perderse
dejarse perder
si no se han dicho a tiempo
si no se han abierto para dejarse caer
es porque no deberían estar ahí
lo que dije es lo que dije
lo que perdimos es lo que perdimos
lo que dejamos ser, etc.

Agradezco la sabiduría de mi inconsciencia.
hoy, en lugar de esa confesión,
estoy hablando de esta pura ausencia.

hasta que ya no quede nada más que hablar 




jueves, 9 de septiembre de 2010

Pájaros

Las aves se movían frenéticamente contra las rejas finitas de las jaulas
Eran los pájaros más bonitos del mundo
Y todos estaban ahí
silenciados por el encierro
Los había de todo tamaño, color y forma
Todos volaban en silencio
Como si hubieran puesto mute a su queja
Nadie oía ese silencio aturdido
Yo los compraría todos, dije
El viejo me miró con desconfianza
(No era mi abuelo.
Jamás podría haber sido mi abuelo)
¿Ah sí?, dijo.
Tenía poco cabello blanco, los ojos pequeños y vacíos
¿Y qué vas a hacer con tantos bichos?

Los compraría para dejarlos en libertad
El viejo enmudeció
Pálido como una galleta de arroz
No pudo evitar que abriera las jaulas

Yo los compraría todos
Para que sean libres de verdad

Uno a uno
Llenaron la tienda con sus cantitos
yoloscompraríatodos
Una hinchada de plumas y picos
Un recital de rock 
para que sean libres de verdad

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Cerebro de mono


El otro día te hablé cuando estaba viendo mi muerte.
Una doctora con bata azul y yo mirábamos una ecografía de mi corazón. Todas estas lastimaduras, ves, todas estas y este infarto te están matando, qué infarto, cuál, este. Puso su mano azul en mi pecho y  el corazón estaba a punto de salirse. Dolía. No podía respirar. Creí que me moría. Y todo por tomar escamas de pescado sin permiso del rey. A quién se le ocurre.
Por suerte, desperté.
Te hablé y me mirabas. Los ojos grandotes como siempre. Había una aspereza en tu codo, recuerdo. Había un sendero finito hasta tu hombro. Tenías el tórax pequeño. Jamás supe si había encontrado tu boca. O era sólo una mascarita. Era sólo una mascarita.
A veces despertás demasiado lejos de mí como para vernos.

Pero antes de morir, quise hablar con vos.

lunes, 30 de agosto de 2010

Como en una guitarra


Le tocará al tiempo
 eso de decirme
 pero
estos segundos que no pasan
o  se arrastran
como islas de camalotes que llevan víboras amarillas

 El ojo de la rana
comienza a derretirse
después de un rato
 de tener el anzuelo
ahí metido.
Pobre culito.
Pobre pedacito de tiempo que no pasa del todo.

 El sol
 cae en un cuaderno  violeta del río.
Todo
 pasa
 alguna vez

   a veces tengo
que decirte cosas que hieren todos los deditos
                                                  hasta sangrar.

martes, 24 de agosto de 2010

Ecuador


soñé que viajábamos a un lugar del ecuador,
parecía parte del amazonas
el río era verde
me metía y el agua era cálida
y yo sentía como me rozaban las piernas enormes animales
uno los veía rodeándonos
yo nadaba y nadaba
y salí del agua
seguímos viaje
pasábamos por una ciudad que jamás he visto
(porque nunca fui a ecuador)
y nos decían
en esta parte el río es más claro todavía
y era verdad: era esmeralda
y había  unos reptiles
como cocodrilos pero con cara de delfines
mansos caimanes
con vientres casi amarillos
y eran enormes y nadaban también
y comían fruta
nosotros los veíamos como en un acuario pero no
era sólo el río crecido y contenido
hasta nuestra nuca
entonces seguimos viaje
mi mamá manejaba,
mi hermano era chiquito,
y vi entrar en un campamento a alguien que solía amar
lo veía pálido flaco sudoroso pero feliz
  y supe que teníamos caminos diferentes pero estaba bien
  Estaba en el Ecuador

jueves, 12 de agosto de 2010

Magic Hands

Es un mundo pequeño y no suelen quedarme muchas certezas
pesa el tiempo la historia la vida gris sobre los hombros
y a veces no se entiende cuánto más intento no entiendo
o ya no me importa
a veces sólo quiero callar estas voces
a veces sólo quiero
y te tomo los dedos suavecitos y fríos
y te tomo la muñeca
y recorro hasta tu oreja
un sendero que suena tintinea
como un alambre arrastrándose en la tierra roja
es un camino que olvido para reinventarlo con nuevos nombres
dura apenas un instante
que se extiende como una sábana
y las horas terminan por derrumbarse en el reloj de la sala
La cabeza ladea: nada por aquí nada por allá
la magia no aparece … está dormida en mi regazo

domingo, 1 de agosto de 2010

Al destinatario indicado




No le llegan tus cartas
de ultramar
y pareciera que ya no le escribís.

Se ha mutado
en pez nocturno
y espera siglos sigilosos con tu nombre
como un patio del océano.

(Puedo pasarte a buscar por la estación
y llegar juntos y viejos
los dos
como un trío furibundo…
A veces escribo para pelearte
o pelarte
como una extraña
al sol…)

Estás en la aproximación
que no empieza
refugio apenas imaginado
de un reino diminuto.

Te sabés bien la retirada del horizonte.

Aunque pueda silbar una o dos canciones
un riff suele ganarle a las palabras
y otra vez
el mensaje se pierde
entre paréntesis de un mundo

sin telepatía.








martes, 27 de julio de 2010

back


De nuevo volvimos,
ella
se tendía en el piso ronroneándome
me quedé quieta
me dejé abrazar por el pánico
y aquí estaré
prendida hasta la noche de la luz mortecina de mi estufa
aquí estaré con el hábito rasgado
la mano detrás la mano detrás
guarda
masturba una sensación de vacío
de pedazo que no dice nada
de días descontados
de una teta blanca intocable
casi virgen
como la de una estatua de sal

Aquí
ya no es aquí
donde me pinto violácea
ante mi carne desnuda
vestida pero desnuda
Al mirar el camino
las espinas sin raíz
todas adentro como pústulas
las palmas todas lastimaditas
cubiertas por un musgo o un óxido
me siento saciada
pero incompleta
incapaz de serle fiel al mundo
incapacitada para la vida
siento
cortada la lengua
por la clara certidumbre
de  ya no poder nombrar nada
de tener atada a la sensación
una máscara
de cubrirme con tierra para no fumar esta malaria
un espejo que se retuerce hasta agotarme
y volvemos a empezar.

sábado, 10 de julio de 2010

Gente


Hay gente que con solo decir una palabra
Enciende la ilusión y los rosales;
Que con solo sonreír entre los ojos
Nos invita a viajar por otras zonas,
Nos hace recorrer toda la magia.

Hay gente que con solo dar la mano
Rompe la soledad, pone la mesa,
Sirve el puchero, coloca las guirnaldas,
Que con solo empuñar una guitarra
Hace una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con solo abrir la boca
Llega a todos los límites del alma,
Alimenta una flor, inventa sueños,
Hace cantar el vino en las tinajas
Y se queda después, como si nada

Y uno se va de novio con la vida
Desterrando una muerte solitaria
Pues sabe que a la vuelta de la esquina
Hay gente que es así, tan necesaria.

martes, 6 de julio de 2010

III

Cae  la última muralla, no recuerdo si era china

martes, 22 de junio de 2010

Despedida



¡Adiós pájaro definitivo!
Continuarás tu vuelo en mi alma

sin entenderme, pero conmigo.
Es tan bello este día invernal,

hay tanta distancia en tus alas:
lo que vuela contigo es el cielo.

¿Qué podría decir de mí?
¿Qué podría decir en sueños?

Casa pintada de rojo, con un gato,
la ropa tendida en la azotea:

¿quién abrirá la puerta si desapareció
con sus flores, lámparas y muebles,

los amigos que la frecuentaban,
conversaciones, una historia melancólica

y un poco imprecisa. ¿Cuándo terminó?
¿Quién sabe nunca lo que ha amado?

Hay como un resplandor en torno. ¡Adiós
pájaro más profundo que el cielo!

domingo, 6 de junio de 2010

aire

Yo no quiero imitar una voz.
Inistís en decirme que no aprendí a entonar.
Yo no quiero.
Insistís.

Dejo que el silencio de la vía de Tablada
me consuma.
Es viernes, hace calor. Todos estos autos.


Así no se canta.
Ya lo sé.
Pero en mi cabeza
Apagué la luz.

Cerré.
Silencio

como en el cementerio judío,
más allá de las grandes columnas.
Ni un árbol que chille.
No ha quedado nada.

martes, 1 de junio de 2010

Caroline Says II

Caroline says
as she gets up off the floor
Why is it that you beat me
it isn't any fun

Caroline says
as she makes up her eyes
You ought to learn more about yourself
think more than just I

But she's not afraid to die
all her friends call her "Alaska"
When she takes speed, they laugh and ask her

What is in her mind
what is in her mind

Caroline says
as she gets up from the floor
You can hit me all you want to
but I don't love you anymore

Caroline says
while biting her lip
Life is meant to be more than this
and this is a bum trip

But she's not afraid to die
all her friends call her "Alaska"
When she takes speed, they laugh and ask her

What is in her mind
what is in her mind

She put her fist through the window pane
It was such a funny feeling

It's so cold in Alaska
it's so cold in Alaska
It's so cold in Alaska

lunes, 3 de mayo de 2010

premio

I
no, el tiempo no sabe rascarse

te voy contando una historia de peces
y sonreís
te digo casi cerrando los ojos
que me he ganado un chocolate
y sonreís
vos también con los ojos cerrados
vos también
te estás quedando dormido en un lago



viernes, 9 de abril de 2010

Feliz Cumpleaños a tí

Correspondances
Charles Baudelaire (1821-1867).

La Nature est un temple où de vivants piliers
Laissent parfois sortir de confuses paroles;
L'homme y passe à travers des forêts de symboles
Qui l'observent avec des regards familiers.

Comme de longs échos qui de loin se confondent
Dans une ténébreuse et profonde unité,
Vaste comme la nuit et comme la clarté,
Les parfums, les couleurs et les sons se répondent.

Il est des parfums frais comme des chairs d'enfants,
Doux comme les hautbois, verts comme les prairies,
- Et d'autres, corrompus, riches et triomphants,

Ayant l'expansion des choses infinies,
Comme l'ambre, le musc, le benjoin et l'encens,
Qui chantent les transports de l'esprit et des sens.


Correspondencias

La creación es un templo donde vivos pilares
hacen brotar a veces vagas voces oscuras;
por allí pasa el hombre a través de espesuras
de símbolos que observan con ojos familiares.

Como ecos prolongados que a lo lejos se ahogan
en una tenebrosa y profunda unidad,
inmensa cual la noche y cual la claridad,
perfumes y colores y sonidos dialogan.

Laten frescas fragancias como carnes de infantes,
verdes como praderas, dulces como el oboe,
y hay otras corrompidas, gloriosas y triunfantes,

de expansión infinita sus olores henchidos,
como el almizcle, el ámbar, el incienso, el aloe,
que los éxtasis cantan del alma y los sentidos.

Versión de Ignacio Caparrós

miércoles, 31 de marzo de 2010

the nap before Easter


La siesta me causa pavor
A veces me parece
que lo que sueño es más real
A veces me cuesta convencerme
de que no me despierto
 sólo
porque quiero descansar más.
Es  tiempo que le robo  a la noche
y alimento al  insomnio
que crece  como un armario de naipes
o  una lengua amarilla


Hoy, cuando soñaba con el arma  desde el falcón
 veía los ojos del Demonio,
  y esquivaba las balas con la soltura de una rusa
Y me sostenía
en la espalda de un amigo que sabe de calibres
Me dije a mí misma: es un sueño,
Pero te vas a quedar
y vas a terminar con toda esta pelotudez de una buena vez
Me faltaba el aire, me dolía el pecho,
todo se teñía con el color de la ceguera.
Temblaba.
(Las pesadillas de siesta son las peores)

Entonces la historia tuvo un final:
Mi amigo me salvó de las balas.
Corría llevada de la mano y nos tiramos detrás de una ventana
 nos agachamos y levantamos la luz
para espiar la película
de la que habíamos salido.
El monstruo ya no me buscaba
Entretenido como estaba en destruir el mundo,
Se había dispersado en la esquina que quedaba por fuera de nuestro campo
Sólo veíamos el  bajar y subir de 
los otros
cuando teníamos trece años
y jugábamos en la calle durante el verano.
Estaban todos.
Estaban todas.
(Me encanta el tiempo del sueño en el que las distancias terminan por borrarse).

Hubo una luz y dijeron: ya está, cayó
Y yo dije, y si no murió
Pero ellos dijeron que después de disparar había caído.
Y lo atraparon
Y se fue herido en un auto oscuro
No sabía que los demonios pueden ir presos
Quedate tranquila, me dijo mi amigo
(Su larga nariz, su mano tibia)
Se terminó

Entonces  supe que había hecho bien en buscarlo
Después cenamos y tomamos vino
Y lo abracé para que no se fuera otra vez
Se puede amar de tantas maneras
Se puede amar de tantas maneras


La claridad de la siesta
me llena de temor

viernes, 26 de marzo de 2010

Deseo metalingüístico

cerró los ojos frente a la vela, deseo, deseo...


 ( jamás se pronuncian)

...


Siguió corrigiendo palabras en el vacío gris

martes, 23 de marzo de 2010

braile

El bastón del ciego  apenas tocó mi metatarso y yo cobré existencia y fui la mano que se caía de la cadera con cansancio y los ojos que vieron  la puerta final detrás de un partido de fútbol con amigos el sonido de una bocina o era una alarma, una alarma en el estacionamiento de piedras y los jardines dorados de Ciudad Evita

pero antes, mucho antes había sido un cuerpo que deseaba y volaba por el  sur con las manos abiertas con el ojo roto de tanto llorar llorar llorar, porque decir adiós a veces es un hoyo que no tiene fin que se derrama en las rutas, en los acantilados que crecen en el horizonte oculto en la montaña como un arco iris como el baile recto de las libélulas en un lago de arena negra.

Yo recuerdo, los nombres de los árboles   los pasos entre raíces y el eco de las piedras y sus charcos imposibles de pescar,  el frío de las rosas el frío de las manos tomando la lluvia.
Y entonces había sido también mi pie caminando para llegar al hogar
Y entonces había sido mi pie también en la tienda y la vereda húmeda
Las berenjenas hechas en nombre de una especie de lecho pacífico pero del que sólo han  quedado cenizas.
No estoy llorando ahora, ahora que existo, que mi cuerpo sabe que ha sido reconocido por el bastón del ciego en el Sarmiento por más que insistiese en desarparecer o evitara la presencia o jugara al fantasma que siempre he sido

A veces nos inventamos mascaritas, sabés
A veces nos colgamos del renglón de la costumbre
A veces tenemos que juntarnos los pedacitos rojos como membrillos
Y ponerlos a secar después de tanta parafernalia y teatro
Porque la vida no puede ser siempre andar llorando o perdiendo la existencia en los rincones o en las calles mal cruzadas o en las vías

Entonces nos perdonamos la vida y yo, nos perdonamos, 
aunque siga doliendo la escalera y los jardines de flores
y el silencio

martes, 16 de marzo de 2010

empatía

Cada vez cada vez una sirena un golpe una sirena y mi cabeza vuelve

cierra los ojos pero vuelve

y se imagina que alguien está muriendo en algún lugar de esta ciudad.

Sin términos medios

Sólo paisajes  decapitados

jueves, 11 de marzo de 2010

Hoy

La mujer suspiró,
sosteniéndose la barriga gigante como una uva del desierto,
dejó el pincel sobre el diario
Y  se acostó.
Está pintando una cuna para que sea blanca

Desde la otra terraza
Asoman unas alas de insecto devenidas juguete
O viceversa

Las nubes vienen del sur
Galopando en silencio,
arrastrando al otoño por los cables
Las plantas aplauden el espectáculo,
casi en pijamas.

Y hoy,
También hoy,
al bajar del colectivo
Vi de reojo,
Aunque no quería verlo,
El cuerpo de una mujer
Tirado en las vías.
Un tren violeta que pagaba su muerte con letargo
Una mochila negra paralizada por el arranque.
La gente se detuvo
Se llevaba la mano a la boca
Los ojos se clavaban
Como en un cuadro o una jaula
Quietos.
A mi se me heló el costado izquierdo de la vida
Caminé
Caminé caminé caminé
Lejos
Lejos
Sin pensar en nombres
pero repasando, como en una sábana silenciosa
Los nombres todos los nombres
Mañana no podré pasar por esa senda
Jamás volveré a pasar por esa senda

No pude llorar

viernes, 26 de febrero de 2010

Cristal

No busques en mis labios tu      boca,
ni en la puerta al extraño,
ni en el ojo la lágrima.
Siete noches más arriba             
pasa el rojo hacia el púrpura,
siete corazones más adentro
insiste la mano en la puerta,
siete rosas más tarde             
se escucha el rumor de la cisterna.

De noche, cuando el péndulo      del amor
oscila entre el siempre y el nunca jamás,
tu palabra derriba las lunas del corazón
y tu ojo azul -borrascoso-             
le entrega el cielo a la tierra.
Desde una lejana arboleda
oscurecida por el sueño             
llega hasta nosotros el aliento
y lo que perdimos transita inmenso             
como un espectro del futuro.
Lo que ahora se hunde y se levanta
quiere lo sepultado en la entraña:
ciego como la mirada que cambiamos,
el tiempo lo besa en la boca.   

viernes, 19 de febrero de 2010

Caroline de Gundorode




                                                               en nastalgique je vagabandais
                                                               par l'infini.
                                                                                                                 C. de G.

a Enrique Molina


La mano de la enamorada del viento
acaricia la cara del ausente.
La alucinada con su «maleta de piel de pájaro»
huye de sí misma con un cuchillo en la memoria.
La que fue devorada por el espejo
entra en un cofre de cenizas
y apacigua a las bestias del olvido.

lunes, 15 de febrero de 2010

Carter




Si me vieras hoy
 sobre el cielo roto por las vigas
El hierro recalcitrante
El indicio mórbido y verde
 como musgo de un túnel húmedo

Al contar uno, dos, tres…
Al contar
Se abre
 la pirámide
  y la curiosidad del profanador entra
 justo antes
 que el cuerpo
 justo antes
 que la plaga filosa sobre su cabeza
 para cercenar
cualquier intento de codicia


El sendero en mi selva
 la que
 guardo como un murciélago dormido
o una semilla de amapola
Vivo lejos del tumulto
pero respiro
y cuando se ensancha el cuello
el hormiguero
 un frío sudor de botellas
 recorre mi sien
 y sufro

Si vieras hoy
El exterminio secular de las almas
Momias cruzadas sobre el vientre
 el huequito cálido de la córnea vacía
Y en el sueño
 la cueva aislada de los talones
Y en la cueva
 un río frío y tumultuoso
 una cúpula de vidrios pálidos
a veces azules
 a veces oscuros
casi una tormenta pero adentro
en la que el ojo se fija
 apenas sobre el cielo oxidado.

El río canta en su calle
 como para sentarse a escuchar.

viernes, 12 de febrero de 2010

The end is near



Dijiste que escribiera todo lo que soñara

Dijiste que no deje de escribir

Sigo con mis sueños apocalípticos, sabés

vienen a mí

Sueño con fuego

Siempre hay algo incendiándose

La primera vez fueron tres enormes estrellas

Las tres marías

Se hincharon como globos de fuego

y todo el cielo se oscureció

y las otras estrellas apenas fueron una sombra azul

Sobre un enorme esófago negro que se tragaba el mundo

Tres enormes pelotas de helio furioso

Tres soles sin nombre

Y veíamos desde los techos y las calles

Todo aquello

Nadie pronunciaba palabra

Nadie desviaba la vista

Las bolas rugían como tormentas en el mar báltico

Y de pronto comenzaron a escupir largas serpentinas rojas

Escamas que incendiaban el sendero del gas al caer en la Tierra

Fuegos artificiales que quemaban los árboles

Como las hogueras del último aquelarre

Es el fin. Me dije. Sabiendo.

No tuve miedo. Me desperté



Ayer,

Soñé que venías de un viaje de pastillas

Los dos. Los dos.

Yo despertaba  de una alucinación también

En el trip del sueño boy olmi  y yo caminábamos por la ciudad

Habíamos ido al teatro

Era de noche en la Ciudad.


Y después llegábamos a un bar o un ritual de opio

En el que me dormía

Y volvía a despertar

En una casa de gesell

De esas que jamás compartimos

Vos me traías una taza de café

Recién te habías despertado pero ya estabas vestido


El pelo crecido

La barba mal cortada

Estabas más pálido

No tan

No tan

Colorado

Y te contaba mi sueño

Y te decía boy olmi eras vos

Y vos te reías

Porque ya lo sabías

Porque habías usado una máscara

Y siempre habías sido boy olmi

Para mí

Mi boy old

My old boy

The same old boy

-my boy

Y me decías:

Hay que partir


Hacía calor

Y abrías una puerta de esas de aluminio

Que solo llevan las redes de un mosquitero

Y yo apenas había logrado tomar un saco

Y al salir miraba la pantalla

Las imágenes sordas de los noticieros que mostraban

como el fuego que caía del cielo quemaba el mundo

Y el  mundo era ceniza y  brasas

y sólo se veía más fuego caer de las estrellas

y una tormenta de humo negro que se tragaba todo todo a su paso

y yo te dije es como en mis sueños

Como en mis sueños

Ya sé, me dijiste.

Tomamos una ruta

Los lados de la carretera  ardían todavía

No quedaba nada en pie

Y me dije

Es el final

Me dije este es el final

Y vos me dijiste

Ya sé

Y yo no tuve miedo

No tenía miedo

Y me desperté


lunes, 1 de febrero de 2010

Ahora

Ahora
mientras espero la carta de cinco letras de mi amante
 espero la lluvia también
el verano sobre el techo y la pantalla y el reloj
 que se ha detenido
 como  cuando olvido colgar la ropa húmeda
 y se toma de un sudor y debo lavarla otra vez
 mientras en  una lista  que nunca cumplo
 se suma cambiar la luz del lavadero

 pero es que odio 
  odio
 la luz artificial
 amenazando lo que me queda
 lo poco que me queda
 de aire
 hace calor como para sacarse la piel
 me la quedo de todas maneras
 pegada  por la nuca
 apenas
 una pelusita que el aire suaviza
 ahora
 mientras espero la lluvia
 todos esperamos la lluvia
 se derrama un viento

 que trae tormenta porque  siento su aroma
 con solo asomar las cara más allá del balcón
 los robles de  abajo bailan
 sobre el cielo casi amarillo
 las nubes avanzando como dragones blancos
 corriendo una estampida de fieras mudas
 el rugido viene detrás
 con la luz y las espadas
 ahora
 las fauces de los animales

se persiguen arriba 
se han comido las estrellas
 y si

 dejo que se callen los demás ruidos
 las langostas de metal
 el gusano de hierro
 el deslizarse por el asfalto bañado en brea de las serpientes nocturnas
 si dejo que todo se calle
 hasta la voz en mi cabeza
 entonces escucho en el viento
 que está a punto de traer agua
 el golpee de toc toc del canto de la rana:
 Ella
 Siempre supo que llovería

domingo, 31 de enero de 2010

Rutina


Despojándome
 lentamente de las sábanas
 con los talones almidonados por el sueño
 camino hasta la puerta
 hago girar un tubérculo rojo
 por llave
 detrás esperas
 después de haber visto el amanecer
 en una ruta
 después de haberte acostado
 con la soledad de las copas vacías
 venís
 murmurando un poema que olvido
 me rasco
 los ojos
 como despegando hormigas
 llevo una musculosa blanca
 y la cara de la noche
 los labios se  hinchan
 los ojos desaparecen bajo dos líneas negras
 No sé como llaman
 tus brazos
 a mi espalda
 pero cruje
 cuando me cuelgo de tu cuello
 y dejo que me beses.
Hay un espacio
 entre el final de mi mandíbula
 y mi lóbulo
 que ha quedado limpio
 ahora
 te abro la cama como una gaviota
 y me acurruco
 sobre mi lado izquierdo
 para respirar mejor
 espero a que te saques
 el traje de los agujeros negros
 y cierro los ojos
 sé que estás
 porque tu calor invade las almohadas
 se que estás
 mis dedos buscan
 un lugar que conocen
 desde pecas y pestañas
 ya en tu codo
 sonrío
 apenas
 tomada por el estupor
 de una rutina que quisiera leer siempre
 y me vuelvo a dormir

Sueño I

Tengo que escribirlo antes de olvidarlo. Porque cuando  se sueña con un deseo,  con una esperanza
cuando ese deseo cobra, apenas una forma es un momento gloriosamente silencioso.
Uno sabe que sólo está ahí ese mundo, esa porción de tiempo que no es que tal vez nunca sea, que se ha quedado suspendido en un espacio entre lo real y lo simbólico. Tengo que escribir sobre esto. Para hacerlo un poquito real. Para mirarme al espejo mañana y decir. Al menos estaba en mis sueños.

Soñé con un niño. Un varoncito. Era hijo tuyo. Pero era algo mío también. Y yo jugaba con él y él jugaba conmigo, (justo así como jugas conmigo). Nos hacíamos cosquillas. Nos dabamos besos. Amaba profundamente a ese niño. No sé porque. Sólo sabía que era tu hijo. Ya con eso me bastaba para amarlo. Pero no. Era algo más. Y el amor que sentía  por él jamás lo había sentido por ningún niño o niña.

Entonces miré su cara detenidamente. Y tenía tu sonrisa. Y tenía mis ojos. Y entonces supe. Porque vos apareciste también. Supe que ese no era sólo tu hijo. Era nuestro hijo. Porque nos miraste jugar. Nos mirabas mientras trataba de hacerlo dormir. Y te acercaste y le pusiste una sábana en la cabeza, jugando también. Y yo te besé. Y lo besé a él. Y nunca en mi vida fui tan feliz. 

Después me envené con mercurio. Corría de acá para allá. Para asegurarme que yo, sólo yo había tocado el mercurio del termómetro roto. Sentía la boca pastosa. El sabor del metal. Me lavé la boca, tal vez con una medicina. Tal vez. Y vos te quedaste cuidándolo mientras yo iba y venía. Luego me dijeron. Los médicos o una voz en el teléfono que todo estaba bien. Que mi hijo estaba sano. Que todo estaba bien. Nadie iba a morir. Me sentí aliviada. Y entonces me despertè.

Después recordé que el sueño comenzaba con un viaje. Un viaje en un tren antiguo. Mi hermano iba en el tren. Y hablábamos. Los vagones tenían el aspecto de la línea A. El olor de la madera antigua. Veíamos la noche clara a través de las ventanas abiertas. Estábamos atravesando un campo.  Mi hermano y yo sólo hablábamos. Estábamos felices.

Después recordé el sueño con el niño. Tu sonrisa, mis ojos. Es un deseo. Yo sé que es sólo un deseo. Yo sé que la realidad dista mucho de coincidir con lo que mi cabeza va armando como historias.No sé qué significa soñar con algo así. Y mi analista está de vacaciones. No sé qué significa. Sólo puedo decirte que fue hermoso. Fue un sueño hermoso. Y tal vez ese hijo  sea una nueva manera que nace entre vos y yo. Un puente que hemos cruzado.  Tal vez un camino que apenas estamos empezando a recorrer. Es un deseo. Es una esperanza. Y nada más que eso. Pero qué felicidad. El momento en que nos besamos los tres. Qué felicidad.

Yo tengo miedo.
No te voy a mentir. Tengo miedo. Tiemblo. Dudo. No sé cómo actuar. Me sorprenden las cosas. Me sorprende la claridad que este camino está tomando para mí. Como ese cielo detrás del vagón que huye. No puedo pronunciar ciertas palabras. Todo es como un conjuro. Siento que soy frágil, que voy a romperme. Siento que soy fuerte. Que mi frialdad es invencible. Que nada puede decirme que no.
Pero lo cierto es que tengo miedo. De abrirme. De herirme. De amar.
Porque no importa qué haya significado ese sueño, nada fue tan lindo como ese sentimiento que me abrazaba. Y era sólo mi imaginación. Lo sé. Pero que claro fue todo. Claro y silencioso. Como un secreto que me pienso llevar lejos. Dejarlo en el fondo de todo lo que sé o que conozco.
Porque he vuelto a ser la niña que teme decir lo que siente. Se lo debo al pasado. Al dolor. Pero también se lo debo a todo lo que quiero que sea diferente. Porque sólo así podré ser feliz. Como cuando te miro a los ojos. Como cuando te miro a los ojos. Te amo, y ese es mi secreto. Y nadie lo sabrá. Ni siquiera yo. Y prefiero que así sea. Te amo tanto.

jueves, 14 de enero de 2010

Alta marea


Cuando un hombre y una mujer que se han amado se separan
se yergue como una cobra de oro el canto ardiente del orgullo
la errónea maravilla de sus noches de amor
las constelaciones pasionales
los arrebatos de su indómito viaje sus risas a través de las piedras
                 sus plegarias y cóleras
sus dramas de secretas injurias enterradas
sus maquinaciones perversas las cacerías y disputas
el oscuro relámpago humano que aprisionó un instante el furor
                de sus cuerpos con el lazo fulmíneo de las antípodas
los lechos a la deriva en el oleaje de gasa de los sueños
la mirada de pulpo de la memoria
los estremecimientos de una vieja leyenda cubierta de pronto
                con la palidez de la tristeza y todos los gestos del abandono
dos o tres libros y una camisa en una maleta
llueve y el tren desliza un espejo frenético por los rieles de
                la tormenta
el hotel da al mar
tanto sitio ilusorio tanto lugar de no llegar nunca
tanto trajín de gentes circulando con objetos inútiles o
enfundadas en ropas polvorientas
pasan cementerios de pájaros
cabezas actitudes montañas alcoholes y contrabandos informes
cada noche cuando te desvestías
la sombra de tu cuerpo desnudo crecía sobre los muros hasta el techo
los enormes roperos crujían en las habitaciones inundadas
puertas desconocidas rostros vírgenes
los desastres imprecisos los deslumbramientos de la aventura
siempre a punto de partir
siempre esperando el desenlace
la cabeza sobre el tajo
el corazón hechizado por la amenaza tantálica del mundo

Y ese reguero de sangre
un continente sumergido en cuya boca aún hierve la espuma de los
               días indefensos bajo el soplo del sol
el nudo de los cuerpos constelados por un fulgor de lentejuelas
               insaciables
esos labios besados en otro país en otra raza en otro planeta en otro
               cielo en otro infierno
regresaba en un barco
una ciudad se aproximaba a la borda con su peso de sal como un
               enorme galápago
todavía las alucinaciones del puente y el sufrimiento del trabajo
               marítimo con el desplomado trono de las olas y el árbol
               de la hélice que pasaba justamente bajo mi cucheta
éste es el mundo desmedido el mundo sin reemplazo el mundo
               desesperado como una fiesta en su huracán de estrellas
pero no hay piedad para mí
ni el sol ni el mar ni la loca pocilga de los puertos
ni la sabiduría de la noche a la que oigo cantar por la boca de las
               aguas y de los campos con las violencias de este planeta
               que nos pertenece y se nos escapa
entonces tú estabas al final
esperando en el muelle mientras el viento me devolvía a tus brazos
               como un pájaro
en la proa lanzaron el cordel con la bola de plomo en la punta y el
               cabo de Manila fue recogido
todo termina
los viajes y el amor
nada termina
ni viajes ni amor ni olvido ni avidez
todo despierta nuevamente con la tensión mortal de la bestia que
               acecha en el sol de su instinto
todo vuelve a su crimen como un alma encadenada a su dicha y
               a sus muertos
todo fulgura como un guijarro de Dios sobre la playa
unos labios lavados por el diluvio y queda atrás
el halo de la lámpara el dormitorio arrasado por la vehemencia
               del verano y el remolino de las hojas sobre las sábanas vacías
y una vez más una zarpa de fuego se apoya en el corazón de su presa
en este Nuevo Mundo confuso abierto en todas direcciones
donde la furia y la pasión se mezclan al polen del Paraíso
y otra vez la tierra despliega sus alas y arde de sed intacta y sin raíces
cuando un hombre y una mujer que se han amado se separan.


Pozo en el desierto

Hay
un temblor de colchones
y entonces las estrellas vienen a estirarse
en el patio de azulejos

Avanza la noche de tortugas de mar

Una tormenta de tiempo
murmura la sombra en el hueco de un árbol
Las aves cuando vuelan,
una boca cuando respira
Y hay
un collar de tienta alrededor de la vida
Una cobra enseña a dormir
en la mano de un gigante:
Toquemos el calor
de sus hombros
Pintemos los muros
con letras que se olvidan

Y hay
un sueño en jeroglíficos de lata
Tomar
lo que no puedo decir
como vagones y calles
una escalada de recuerdos
ahí nos queda la lengua varada

Terminar el humo,
deslizar la cama
hablando de ojos grises
dejando las manos libres
esperando
en el frío de los techos
un cuento y una bienvenida