lunes, 15 de febrero de 2010
Carter
Si me vieras hoy
sobre el cielo roto por las vigas
El hierro recalcitrante
El indicio mórbido y verde
como musgo de un túnel húmedo
Al contar uno, dos, tres…
Al contar
Se abre
la pirámide
y la curiosidad del profanador entra
justo antes
que el cuerpo
justo antes
que la plaga filosa sobre su cabeza
para cercenar
cualquier intento de codicia
El sendero en mi selva
la que
guardo como un murciélago dormido
o una semilla de amapola
Vivo lejos del tumulto
pero respiro
y cuando se ensancha el cuello
el hormiguero
un frío sudor de botellas
recorre mi sien
y sufro
Si vieras hoy
El exterminio secular de las almas
Momias cruzadas sobre el vientre
el huequito cálido de la córnea vacía
Y en el sueño
la cueva aislada de los talones
Y en la cueva
un río frío y tumultuoso
una cúpula de vidrios pálidos
a veces azules
a veces oscuros
casi una tormenta pero adentro
en la que el ojo se fija
apenas sobre el cielo oxidado.
El río canta en su calle
como para sentarse a escuchar.
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