lunes, 1 de febrero de 2010

Ahora

Ahora
mientras espero la carta de cinco letras de mi amante
 espero la lluvia también
el verano sobre el techo y la pantalla y el reloj
 que se ha detenido
 como  cuando olvido colgar la ropa húmeda
 y se toma de un sudor y debo lavarla otra vez
 mientras en  una lista  que nunca cumplo
 se suma cambiar la luz del lavadero

 pero es que odio 
  odio
 la luz artificial
 amenazando lo que me queda
 lo poco que me queda
 de aire
 hace calor como para sacarse la piel
 me la quedo de todas maneras
 pegada  por la nuca
 apenas
 una pelusita que el aire suaviza
 ahora
 mientras espero la lluvia
 todos esperamos la lluvia
 se derrama un viento

 que trae tormenta porque  siento su aroma
 con solo asomar las cara más allá del balcón
 los robles de  abajo bailan
 sobre el cielo casi amarillo
 las nubes avanzando como dragones blancos
 corriendo una estampida de fieras mudas
 el rugido viene detrás
 con la luz y las espadas
 ahora
 las fauces de los animales

se persiguen arriba 
se han comido las estrellas
 y si

 dejo que se callen los demás ruidos
 las langostas de metal
 el gusano de hierro
 el deslizarse por el asfalto bañado en brea de las serpientes nocturnas
 si dejo que todo se calle
 hasta la voz en mi cabeza
 entonces escucho en el viento
 que está a punto de traer agua
 el golpee de toc toc del canto de la rana:
 Ella
 Siempre supo que llovería

1 comentario:

  1. Señorita K, qué buen poema, qué linda imagen (aunque no siempre) aquella, la del reloj que se detiene, suspendiendo el tiempo. Es linda y anhelada por los amantes aun en la tortuosa espera del ser amado; y odiada por aquellos que soportan la soledad y el desamor, entre otros tormentos, y no les queda otra que aguantar el goteo del reloj...
    Te mando un beso, hasta pronto
    (esperemos que en este caso, el reloj gotee lentamente!!!)

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