jueves, 11 de marzo de 2010

Hoy

La mujer suspiró,
sosteniéndose la barriga gigante como una uva del desierto,
dejó el pincel sobre el diario
Y  se acostó.
Está pintando una cuna para que sea blanca

Desde la otra terraza
Asoman unas alas de insecto devenidas juguete
O viceversa

Las nubes vienen del sur
Galopando en silencio,
arrastrando al otoño por los cables
Las plantas aplauden el espectáculo,
casi en pijamas.

Y hoy,
También hoy,
al bajar del colectivo
Vi de reojo,
Aunque no quería verlo,
El cuerpo de una mujer
Tirado en las vías.
Un tren violeta que pagaba su muerte con letargo
Una mochila negra paralizada por el arranque.
La gente se detuvo
Se llevaba la mano a la boca
Los ojos se clavaban
Como en un cuadro o una jaula
Quietos.
A mi se me heló el costado izquierdo de la vida
Caminé
Caminé caminé caminé
Lejos
Lejos
Sin pensar en nombres
pero repasando, como en una sábana silenciosa
Los nombres todos los nombres
Mañana no podré pasar por esa senda
Jamás volveré a pasar por esa senda

No pude llorar

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