se parte fácilmente hacia ningún lugar
cuando se levanta
erguida y cubierta por el tiempo del oro
una mañana blanca
con las mochilas llenas de turistas
no siempre llegamos
ni vemos el lugar del mapa indicado
se des-pliega
(como el límite del pilcomayo sobre el chaco boreal
como la lengua en plena frontera con el oceáno antártico)
mestizos siempre
híbridos
vestidos de mujer
y con llagas en las manos
qué pequeño parece ese discurso
ante el silencio del ojo
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