viernes, 26 de febrero de 2010

Cristal

No busques en mis labios tu      boca,
ni en la puerta al extraño,
ni en el ojo la lágrima.
Siete noches más arriba             
pasa el rojo hacia el púrpura,
siete corazones más adentro
insiste la mano en la puerta,
siete rosas más tarde             
se escucha el rumor de la cisterna.

De noche, cuando el péndulo      del amor
oscila entre el siempre y el nunca jamás,
tu palabra derriba las lunas del corazón
y tu ojo azul -borrascoso-             
le entrega el cielo a la tierra.
Desde una lejana arboleda
oscurecida por el sueño             
llega hasta nosotros el aliento
y lo que perdimos transita inmenso             
como un espectro del futuro.
Lo que ahora se hunde y se levanta
quiere lo sepultado en la entraña:
ciego como la mirada que cambiamos,
el tiempo lo besa en la boca.   

1 comentario:

  1. Muy bueno Celan. Recuerdo que Marta nos lo leía. Y luego supimos que fue èl quien le contestò a Adorno y a muchos otros. Una vez escribì algo parecido "como un pendulo oscilando en el amor..."

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