todo está silencioso
a pesar
de los perros
y los galpones que se cierran
y los motores de la avenida
ahora
todo está
en el silencio de las luces que se prenden
como cerillos
y del sol que acaba de morir
ha llovido
todo el día
y seguirá lloviendo
veo el agua caer sobre los techos
y veo las luces
las luces que como ayer
abrieron en dos la tierra
en la casa de mi madre
mientras dormía
escuché la tormenta
agarrándome con fuerza
de mi amuleto
como si eso me salvara
de lo terrible
de lo gigante y terrible
que puede ser la mano de hierro
cuando golpea la tierra
hace mucho
que no sentía tanto miedo
tal vez la última vez
que estuve
frente a la muerte
tal vez la última vez
que se me detuvo el aire
por error
la vida es frágil
aprendí
la vida es pequeña
y dejé de tentar a la muerte
para que me busque
de todos los terribles truenos
uno
vino con la luz a meterse a través de la noche
iluminó la habitación donde dormía
y llenó
el aire
del perfume violeta del rayo
me dormí agotada por el miedo
pensando que un techo sobre mi cabeza
era algo más que una bendición
salgo del submundo creyendo en la luz
me levanto de la pesadilla con la voz
miro la hora y es mi hora,
cada vez que miro la hora, es mi hora
un minuto que se extiende
un minuto que espero
un minuto que es
hasta que el infinito nos toma
todo esto desaparecerá sin dejar rastros
pero está bien
así es como tiene que ser
no puede pesar más
que una supernova
una palabra
y tiene que poder pesarlo todo
porque detrás hay un universo
salgo a la luz y me conmuevo
ya no espero
pero está bien
así es como tiene que ser
no puede pesar más
que una supernova
una palabra
y tiene que poder pesarlo todo
porque detrás hay un universo
salgo a la luz y me conmuevo
ya no espero