Del hombre no recuerdo más que la cicatriz de su nariz
el tabique vencido por la violencia
Su mano dejó sobre mi oído
la impresión de que ya había golpeado
antes a una mujer
y no por error como ahora
sino con la impunidad del tamaño que no es la fuerza.
A quién lastima la violencia sin sentido
El golpe me asustó y dije algo y me sostuve en el asiento
recuperando la certeza de que
un error hoy
ayer fue otra cosa
el recuerdo callado bajo mi cuerpo
de la mano que me ahogaba hasta sangrar
él no es él dije
el hombre me pidió perdón
pero no quise mirarlo a los ojos tenía miedo
de que fuera él bajo un disfraz
o peor que descubriera el mío
y ya no soy
ya no puedo ser la persona que dejó caer su cuerpo
en manos de otro
perdón dijo
y bajó del colectivo
y yo bajé también
con el terror
con la incertidumbre del que estuvo cerca
y corrí
¿A dónde? ¿Qué refugio nos queda?
si toda la ciudad parece devorarte
si donde vaya voy a encontrar la misma locura
a dónde se puede correr
si llevamos esto con nosotras
En el trabajo me enviaron a la clínica
no llores me dijeron
pero lloraba por el olor a la clínica y la sangre debajo de mis pies
y el silencio del enfermero que cosió mi párpado
en esa salita blanca
y de mi voz diciendo mentiras
para cubrir lo que no se podía cubrir
lo que se nota con solo ver
con solo preguntar
nadie quiere saber realmente
nadie quiere que sea vea
ni yo
yo quería seguir nadando en el silencio
la cómoda muerte de la víctima.
Y ahora me bajo del taxi
y entro a la clínica aturdida
con el mundo extrañado por la falta de equilibrio
es hoy y no es el pasado
tranquila me digo
trato de empujar los demonios
la sala de espera del fondo dicen en la puerta de entrada
y la sala de espera del fondo
está llena de hombres
todos hombres
y siento las miradas sobre mí
pero no
es mi miedo
es mi propio miedo el que transforma el mundo que me rodea
y aunque siento
la energía espesa de la testosterona
también estoy yo a la espera
y veo las piernas golpeadas
los yesos
las pieles oscuras de los obreros
que también esperan
la mirada clavada en la televisión de la sala
el informe de la violencia
hay alerta metereológica
lluvias, granizo, alerta,
después los goles
después el robo con rehenes
y todos miran la pantalla casi sin pestañar
un periodista presenta a una mujer
que dice su ex la golpea
una mujer que pide ayuda
que quiere parar los golpes de los hombres
y los hombres siguen mirando sin pestañar
a dónde va mi miedo
cuál es su nombre
si no es el mío
cuál es el nombre de las víctimas
y de las personas que tienen miedo
Ud cree que la va a matar
quizá pueda irse de ahí
me va a matar dice ella
y ella es una cosa como fui yo y como fuimos todas
y como son los seres que golpean
por error
que abusan por error
que abaten contra la vida por error
adónde va mi miedo
qué nombre le pongo
ahora
por el parlante una voz me llama
me nombra me saca del mareo
y la noche
ahora el nombre resuena en la sala de espera
y me levanto con cuidado
y los hombres me miran cuando me levanto
y me siguen su ojos
hasta que vuelven a la pantalla
la pantalla del mundo que no pestañea
la pantalla del mundo que nunca se quiebra
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