martes, 8 de abril de 2014

la sala de espera

 Del hombre no recuerdo más que la cicatriz de su  nariz
 el tabique vencido por la violencia
 Su mano  dejó sobre mi oído
 la impresión de que ya había golpeado
 antes a una mujer
 y no por error como ahora
 sino  con la impunidad del tamaño que no es la fuerza. 
A quién  lastima la violencia sin sentido
 El golpe me asustó y dije algo  y me sostuve en el asiento
 recuperando la certeza de que 
un error hoy
 ayer fue otra cosa
 el recuerdo callado bajo mi cuerpo
 de la mano que me ahogaba  hasta sangrar
 él no es él dije 
 el hombre me pidió perdón
 pero  no quise mirarlo a los ojos tenía miedo
 de que fuera él bajo un disfraz
 o peor que descubriera el mío
 y ya no soy
 ya no puedo ser la persona que dejó caer su cuerpo
 en manos de otro
 perdón dijo
  y bajó del colectivo
 y yo bajé también
con el terror
 con la incertidumbre del que estuvo cerca
 y corrí 
¿A dónde? ¿Qué refugio nos queda?
 si toda la ciudad parece devorarte
 si donde vaya voy a encontrar la  misma locura
 a dónde se puede correr
 si llevamos esto con nosotras

 En el trabajo me enviaron a la clínica 
 no llores me dijeron
 pero lloraba por el olor a la clínica y la sangre debajo de  mis pies 
y el silencio del enfermero que cosió mi párpado
 en esa salita blanca
 y de mi voz diciendo mentiras
 para cubrir lo que no se podía cubrir
lo que se nota con solo ver
 con solo preguntar
 nadie quiere saber realmente
 nadie quiere que sea vea
 ni yo
 yo  quería seguir nadando en el silencio
 la cómoda muerte de la víctima.

 Y ahora me bajo del taxi
 y entro a la clínica aturdida
 con el mundo extrañado por la falta de equilibrio
 es hoy y no es el pasado
 tranquila me  digo 
 trato de empujar los demonios
 la sala de espera del fondo dicen en la puerta de entrada
 y la sala de espera del fondo
 está llena de hombres
 todos hombres 
y siento las miradas sobre mí 
 pero no
 es mi miedo
 es mi propio miedo el que transforma el mundo que me rodea
 y aunque siento
 la energía espesa de la testosterona
 también estoy yo a la espera
 y veo las piernas golpeadas
 los yesos
 las pieles oscuras de los obreros 
que también esperan
 la mirada clavada en la televisión de la sala
 el informe de la violencia 
hay  alerta metereológica
 lluvias, granizo, alerta,
 después los goles
 después el robo con rehenes
 y todos miran la pantalla casi sin pestañar
  un periodista presenta a una mujer
 que dice su ex la golpea
 una mujer que pide ayuda
 que quiere parar los golpes de los hombres
 y los hombres siguen mirando sin pestañar


a dónde va mi miedo
 cuál es su nombre
 si no es el mío
 cuál es el nombre de las víctimas
 y de las personas que tienen miedo
 Ud cree que la va a matar
 quizá pueda irse de ahí
 me va a matar dice ella
 y ella es una cosa como fui yo y como fuimos todas 
y como son los seres que golpean
 por error
 que abusan por error
 que abaten contra la vida por error
 adónde va mi miedo
 qué nombre le pongo
 ahora
 por el parlante una voz me llama
 me nombra me saca del mareo
 y la noche
 ahora el nombre resuena en la sala de espera 
y me levanto con cuidado
 y los hombres me miran cuando me levanto
 y me siguen su ojos
 hasta que vuelven a la pantalla
 la pantalla del mundo que no pestañea
 la pantalla del mundo que nunca se quiebra

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