sábado, 31 de agosto de 2013

ninguna tierra es un desierto

Iban a proteger los puentes
durante la noche
cerrada
el frío pegado a los hocicos y las ventanas
se oía
la sirena aguda y eterna de la guerra
del temor de la guerra
y las mujeres unían sus voces
y cantaban en las plazas
los pañuelos blancos en las plazas
los refugios
inundados de agua caliente
hirviendo la piel de los niños
y la esperanza
este mundo
infranqueable
y su herida
la  voz que llora
la desolación y la intemperie
la intemperie

la muerte
cualquier muerte
la muerte
que quiere acercarse para herirnos
que quiere disfrazarse para quedarse
siempre abierta
aquí la vida
que espera a las madres que regresan
cansadas
aquí  los ojos de las mujeres
y los niños
llorando bajo los pórticos
caminando  hasta llegar a los puentes
con sus carros
y sus vestidos de novia
con el dolor de la muerte
en los puentes
para detener las bombas
las bombas que nunca dejan de caer

ninguna tierra es un desierto
cuando hay dolor

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