viernes, 23 de agosto de 2013

la siesta de la bestia

Ahora está tranquilo
pero vimos el humo negro
que venía de la estación
y tuvimos miedo
y miramos por la ventana sin entender
que no era este fuego el fuego
ese fuego
que había arrasado con todo
como tampoco la bomba
era la misma bomba
ni que los vidrios
al caer
rompían
como látigos los pechos y los oídos
de dónde sale
el olvido
de qué esperanza se nutren
tantas ausencias
ahora todo está tranquilo
pero eso no borra del mapa
ni calma la sed
ni el frío
de los que murieron
en la calle
bajo las balas
o bajo la ola gigante de Japón
ahora
está tranquilo
 pero todavía se oyen los gritos de la mujer desnuda
que vio arder su piel en Hiroshima
o de las mujeres mudas en un desierto mexicano
enterradas bajo siglos y siglos
de juicios y hogueras
por quién prendemos el fuego
a quién le perdonamos la vida
dónde lloramos a nuestros muertos
cuándo va a dejar de doler
con qué limpiamos tanto terror de  nuestras pantallas y nos levantamos
al otro día
más vacíos
más vacíos
y vestimos las telas cosidas en Vietnam
o en un galpón del oscuro Once
porque es lo mismo sabés
da lo mismo
esta distancia no es distancia de océanos
ni de cordilleras que se alcen entre nosotros y el resto del mundo
estamos todos conectados
a la misma fibra óptica
que nos ciega
a la misma manera de tapar y disfrazar que nos mantiene erguidos
cuando deberíamos ir desnudos
indefensos y desnudos
ante el mundo
esperando
la vuelta de la ronda
o cualquier otra vuelta
porque todo va a volver
y lo sabemos
como cuando vuelve
el trago por la garganta áspera
y el dolor sigue estando ahí

Todo está tranquilo
ahora
porque todo es silencio
porque el cielo decide sobre nuestras cabezas
y espera
no la venganza no
ninguna venganza
sino la caída de los objetos y las almas por su propio peso
el aire se pondrá denso
y las bolas de fuego
que pusieron a dormir a los dinosaurios
volverán  a cercarnos
a nosotros también
a nosotros y a nuestros refugios nucleares
y a nuestras represas y nuestros edificios
pronto se oirá el bang final
que nos parta al medio
en algún lado del universo
en algún rincón solitario de la galaxia
espera
esta es la siesta de la bestia

nunca lo sabremos
volveremos a gatear
y a lamer nuestras heridas
a comer de nuestra carne y beber de nuestra muerte
para poder vivir
o dejaremos este mundo
esta falsa quietud
esta túnica siniestra de egos
este mundo y su destentada furia
este mundo y su calambre abierto
siemrpe abierto
detrás de los hielos y los animales de la selva muertos
todo esto
todo esto está tranquilo ahora
pero pronto
ruge
pronto
llama
pronto
flamea
y va a despertar

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