lunes, 5 de noviembre de 2012

a veces callar

a veces callar
porque
no hay palabras
que puedan  llenarlo todo
con el murmullo
incesante
con las vueltas de tuerca
todo se vuelve
una oportunidad para elegir
poner la cabeza
a descansar
entre faisanes
y decir
vi salir
el sol
sobre los techos
y las nubes
por sobre la sombra
del estadio de ferro
y quería tocarlo todo
estaba sola
pero despierta
bajo un sueño
de aviones
que no  perturbaba
el silencio
el vacío
la cama extrema
la manera
que tienen el cielo
y las calles
para dejarnos pequeños
una manera
de moverse
en el universo
una frecuencia
como un estribillo
tatuado
en la memoria de los que sueñan



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