domingo, 25 de noviembre de 2012

el ave fénix

yo fui Perséfone
yo descendí a los infiernos
llevada o seducida
por el color del fuego
el sabor de la granada
todavía
no sé
por qué
pero sé que estaba
ahí
ahí es un lugar de cuerpos blandos
ahí es endeble
y duele
ahí es una herida
una sombra que  lo cubre todo


Nadie vuelve después del infierno
me hice de fuego
rodée con mis dedos las llagas
le puse palabras
tiré el cuerpo
siempre hacia adelante
hacia la vida
medí los tiempos
y los rostros
y lo que importa
Dejé las cuevas
y me volqué a ver
la claridad asusta
arriesga
pero es la única manera
de sobrevivir
entonces volví
Otra
entera
dañada
pero entera

comprendí que a la vida
hay que apostarle
sin mezquindades
no hay caretas
no hay silencios
y todavía duele
pero lo acepto

Son los riesgos de ir con el corazón en la mano

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