viernes, 30 de noviembre de 2012

no vi em bre

me despierto
cuando se va noviembre
primero muevo mis muslos
quietos sobre la silla
abro
los ojos
la claridad
la luna en cáncer en mi balcón
esas luces que se van
todas las estrellas que viven en el huequito que le dejamos
basta con mirar
hacia arriba
y ver los arcos entre los árboles de la calle
y ver las estrellas
y el atardecer sobre el puente
y las nubes lilas entre las tribunas de la cancha de ferro
ahora
el tiempo
se lo llevó todo
la amargura pequeña y la tristeza infinita
la columna doblada por el dolor
la pereza de las palabras
la mezquindad de los gestos
ahora
basta con caminar por  la plaza
y un helado
para que noviembre
deje su luto
una mancha pequeña sobre el lomo de la serpiente felina
se puede ser
humano
y no estar
siempre en la luz que no se apaga en el cielo
pero también se puede
volver al tiempo
del no tiempo
a la libertad extrema
de saber nada
y entenderlo todo
comprender con el cuerpo
y con el corazón
lo que vale
lo que importa
un abrazo gigante
una sonrisa
el fluir de la vida
en cada minuto
que se desliza
la sonrisa de los niños
la sonrisa de los niños
tengo motivos
para estar cantando
y esperar el próximo noviembre
tarde o temprano
llega el momento en que dejamos
lo que tenemos que dejar atrás

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