la luna es un vientre
un vientre repleto de peces
una boca que se abre en la luz
llevo el nombre de los árboles
en algún rincón
aunque no recuerde
o no quiera recordarlo todo
amo
el corazón plegado sobre sí mismo
la vida en su incógnita feroz
y silenciosa
la llave de toda la sabiduría
no puede guardarse
en el vacío
todo lo que tengo que pedirle
a la luna
es el fin de la incertidumbre
y el comienzo de la vida
aceptar lo que venga
lo que pase
lo que sea
aunque duela
aunque el tiempo de callarnos diga más
un abrazo alrededor de mi cintura
y ya duermo
una escalera caracol
hasta el tiempo
la música sabe decir
mejor que las palabras
y prefiero
oír
a llenarlo todo con este vacío
estoy esperando la luna nueva
en el silencio de los sentidos
el corazón plegado sobre sí mismo
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