la luna
es un castillo
que tejí
con tus ojos
y toda tu ausencia
un castillo
que habitamos
de la mano
hasta dormirnos
en el calor
de las espaldas
y las almohadas blancas
la luna
es una jerga
que cose en las nubes
paisajes violetas
y moradas
en la noche
de los discos
y las olas del mar
de miramar
una guitarra
tiene que cantarle a la luna
porque sabe
recordar
esa noche
en el patio de tu casa
o en la ventana silenciosa
o en la cancha de basquet
el río malta corría
y nos abrazábamos
y todo el mundo estaba
en el minuto
de la luna sobre nosotros
y la luna sobre nosotros
entiende
que el tiempo
no puede ir contra
las historias
y deja que las cuerdas
traigan tu recuerdo
porque las guitarras
a veces
son las únicas
que pueden hablar
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