viernes, 7 de octubre de 2011

las tormentas son cadenas blancas

Lleno mi plato
con las flores caídas de los paraísos
la lluvia y el viento
han derramado
cascadas y
las piedras
las calles
los restos de un grito
detrás de los techos ungidos
todo horizonte se vuelve infinito
el ave rapaz y su pico amarillo
que confunde una membrana húmeda
con un lago de mercurio
dónde quedó tu hogar
de peñascos o montes
una pared manchada por el camino oriental
del agua
el tiempo no avanza
se transforma
el espacio
la voz de un mundo
que antes sólo sabía ser silencioso

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