sábado, 29 de octubre de 2011

dissapear

ante cualquier caducidad
la incetidumbre que resta
cuando cerrás las puerta
cuando sonreís desde el ancesor
cuando espero como un evangelio de la sombra
una despedida
que venga a llevarse lo que queda del pasado


frente al vacío
de la palabra por venir
y de los kilómetros que tal vez nunca logre recorrer
y de los libros quemados
en mi cubo de cristal
en un horno de dimensiones infinitas
autárquico y miserable

miro los frascos de vidrio
las botellas antiguas
las piedras traídas de la ruta
de todas las rutas
y todo lo que permanece en el aire
se parece más a una palabra
o a un deseo
justo antes de disolverse

2 comentarios:

  1. es genial este poema
    la incertidumbre que resta ante todo aquello..

    me encanto!
    saludos
    ana claudia

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