miércoles, 5 de septiembre de 2012

cuando el mundo se apague

Ayer
volví a soñar
con el fin del mundo
nunca siento miedo
cuando sueño con el apocalipsis
siempre voy
hambrienta
por los rincones hurgando
con el hocico pegado al cielo
lo que la gente dice
lo que la gente hace
lo que no quiero decir
y me quedo
sin esperar
una guerra
o una resistencia muda
siempre siento dentro mío
crecer un alivio
la sensación que sigue
a meter la mano
debajo del agua fría
después de un corte
y ver la sangre diluirse en el chorro
y se detiene
el sangrado
como se detiene el mundo
cuando se termina en mis sueños
cuando se apagan las luces
todas las luces
y bajo unas escaleras
y me alejo del edificio
que alberga mis penurias
y en la calle
los desorientados
los que han perdido el rumbo
antes de que
todo terminara
como un tema de dos minutos
a los golpes
y en pleno bardo
esos que no saben cómo se llaman
ahora que han perdido
el click
que los enciende
que los lleva por enlaces
a lugares confortables y seguros
y ahora
ahora en el sueño
en el que todo se apaga
en el que veo salir de las cuevas
a los tristes
y los olvidados
los que llevan la carga del tiempo
ahí en los caparazones
ahora que el sueño
les deja abierto para ellos
una cueva
o un refugio
y mis ojos
se humedecen
llevados por el silencio
del mundo gris
del mundo perdido y gris
y silencioso
las sirenas se oyen
pero ya no opacan
lo que nace
como una voz
como un canto
entre mis labios
sonrío
aliviada
y pego la vuelta
la noche es oscura
sobre mis espaldas se caen
los disturbios
y las estrellas
y el camino a mi casa
es largo

empiezo a caminar


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