lunes, 25 de junio de 2012

mute

tuve que vivir el silencio
para poder hablar
tuve que mirarme las manos rojas
las mismas que usé para abrazarte
para ponerlas
ahora
fuera del fuego
para que no arda el último respiro de mi vida
en el letargo
de los laberintos
y las cárceles

tuve que habitar el silencio
para callarme
para quedarme desnuda
en la intemperie
bajo la ilusión desamparada
de los astros

entonces vi mi rostro
mi cara
frente al balcón
los lunes
no son tan duros
cuando despertaba a tu lado
y ya no
pero está bien
lo acepto
un precio insano
pago por mis propias palabras
sentir entero el corazón
aunque desolado

el Silencio habla en mí
y en cada minuto que despliegan
mis alas
sobre los tejados
las palabras
terminan sanando
el viento todo lo dice
en las aves y los árboles
es un canto

2 comentarios:

  1. Muy muy muy bueno. Me gustó mucho. Sin duda no es mutismo lo tuyo, pero realmente estas palabras parecen provenir del silencio mismo. Tal vez por el pensamiento anterior a la realización del poema, o por el que deviene después de su lectura.

    Hace poco conocí personalmente a Hugo Mujica, uno de nuestros más grandes poetas. No sé si habrás leído algo de él. Es interesante en su estilo tan personal y reflexivo, marcado, evidentemente, por un voto de silencio de siete años.

    Siempre es un gusto leerte; no entiendo cómo este blog no tiene más comentarios por entrada. O en realidad sí. Tu poesía es tan sincera e íntima, pero a la vez tan universal, tan abierta, que invita a un viaje solitario, sideral. Tus poemas no invitan a responderte, sino a viajar con tu escritura.

    Te dejo un saludo grande y gracias por el viaje!

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  2. Matías, gracias. Yo escribo para vivir. No es catarsis, es buscar el aire para respirar. Me halaga un solo comentario, me halaga doblemente que sea tuyo, por el tamaño de poeta que sos. Algún día, igual, deberé cruzar la barrera y decidirme a poner en un objeto libro mi universo. Ese día, me verás aparecer por tu librería.

    Un saludo muy grande
    Pd: Me encanta Mujica.

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