sábado, 14 de abril de 2012

Asimov

yo te demuestro que no soy un robot, te dije
pero
a cambio te pido
lo que me haya quedado de humanidad
en vos
a cambio quiero
que bajes de ese mueble las copas
porque de tan altas
he dejado de usarlas
y un manifiesto
como este
el de la vida
puesta en palabras
ha de celebrarse en cristales vacíos

esto es lo que la mecánica
no quiere admitir, dijiste
en su oscuro taller del bosque y las montañas del norte
encerrados
en sus propios cubículos de fórmulas
y cuentitas
la lógica puede romperse
y cualquier robot
podrá ser más humano
cuando quiera

entonces estaremos fritos, dijiste
y chocaste tu taza caliente
porque un té
puede no sanar lo suficiente
pero acopla cualquier desgano
y entonces
esperamos el amanecer desde
mi cama
porque mi balcón
es hartamente
propicio
para estas bienvenidas
 y cuando la grúa de la otra cuadra
se encendió
y vimos desde lo alto
como subieron
en procesión
los obreros de cascos amarillos
nos reímos

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