viernes, 20 de enero de 2012

día dos

Adentro
gracias al cálido frío de las mañanas
y a la ropa
acumulándose debajo de la piel
el cuerpo se entumece pero no chilla
porque ha aprendido
que el dolor
es ante todo
marca de existencia
además ama el frío
aunque le duelan los huesos
aunque caminar le quiebre la cintura
y entonces
 cuando el calor comienza a subir
bajo el gobierno de un sol enorme y arrasante
entiende que todo
 en el mundo
es necesario
y la oportunidad
la maravillosa oportunidad
de sostenerse contra la luz
y no desvanecerse
es un regalo
¿a quién se lo agradezco
voy a la Catedral y rezo
le digo a los que bailan  la limpieza azteca
que me tomen
en su humo rico y dulce
que me limpien
 pero además que me lleven
al plano donde pueda ver
 una fuente divina
 o un ojo de fuego
y agradecerle?
porque de pronto
 y en medio de una vereda
atestada de ruidos
de pronto
 se me caen las lágrimas
y me toco para saber si soy yo
y mi columna de tanto caminar
me recuerda que sí
y estoy ahí porque mis propias alas
me trajeron
y estoy porque mis propias alas me trajeron
no tengo a nadie con quien compartir mis lágrimas
Adentro
es un hueco azul
un misterio que debe sanarse
las luces verdes que me inundan
cada vez que cierro los ojos
cada vez que cierro los ojos
Adentro estamos de fiesta pero en silencio
con las palmas unidas
a lo que pueda suceder
con la boca seca pero calma
Afuera
me siento a ver los tambores y los mercaderes
detrás de la Catedral
frente al Zócalo
Afuera todo se ha vuelto
un mar de sonidos
una tierra que bebo
como un agua de sandia
cerrando los ojos

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