viernes, 18 de noviembre de 2011

como siempre, todo está en mi cabeza

las aves y los insectos saben cantarle a la luna
el león acaba de rugir
y una muchacha con lazos
se prepara
uno, dos, tres... salta
el cielo cubierto
ahora
de una fina capa de estrellas
casi como un talco
o una goma brillante
se balancea
sobre el hombro herido
de un barco gris
los delfines de luces
los peces de goma espuma
violetas
el fin del mundo
el botón rojo
y la bomba o la supernova
y el fin del mundo
las palabras en griego
de esas películas en blanco y negro
detrás de un laberinto
o un bondi que no llega nunca
amarte sin fin sin nombre sin saber que sos mi hermano
saber a pesar de todo el silencio y el tiempo
que entre nosotros cabe
amarte
como si no me hubieras dejado
en el hall de esa clínica helada y verde
como si no te hubieras ido
como si todo lo que tengo en mi cabeza pudiera ser más
pudiera ser más
que mi propia voz

a veces, me tranquiliza
saber que nada de lo que pienso ocurrirá realmente
a veces, me llena de tristeza
es una cárcel armadita con palabras
el desenlace de un libro
que no puedo terminar de escribir
como siempre, todo está en mi cabeza
y despierto o dejo
las ropas y las alas
antes de que la vida se me pierda otra vez

3 comentarios:

  1. Este es el ojo de fuego que queremos nos queme con su mirada llameante sobre las cosas, y desde esa cabeza, donde todo eso está.

    Excelente poema. Excelente.

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  2. gracias a los dos.

    gracias por quemarse conmigo

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