jueves, 19 de mayo de 2011

El profeta

canta desde su tumba
de nardos
azules perlas
cierran su boca
guarda una moneda para cruzar el río
después del dolor


lloramos porque perdimos
lloramos porque un hueco de estambre
se abre en nosotros para siempre:
no nos han dejado nada

y en el desván
se acumulan las cartas
las fotos de marcos blancos
las notas al margen en un libro viejo
y en el cuarto oscuro del día
se oye el nombre de una cueva profunda

lloramos porque olvidamos pronto
lloramos porque nunca es suficiente
la voz

2 comentarios:

  1. quizás por eso el llanto esconde tanta belleza. Ya lo decía el Principito: "es tan misterioso el país de las lágrimas!"

    saludos, y gracias por seguirme también!!!!

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